miércoles, 2 de diciembre de 2020

Rugbiers, enemigo natural de la materia gris


No le tengo demasiado cariño a los rugbiers. Preferiría cepillarme los dientes con el óxido raspado del tubo de escape de un Fiat 600 antes que embarcarme en la intransigente tarea de intentar sostener una conversación interesante con una de estas personas. No voy a mentir, durante muchísimo tiempo estuve convencido de que el que tenía un problema al sentir desagrado hacia ellos era yo, es bastante reconfortante recibir la confirmación, después de tanto tiempo, de que no estoy loco.